Santiago del Estero, provincia agreste y sufrida. Pueblo gentil que siempre está dispuesta a recibir con sus brazos abiertos al visitante que se asombra con su crecimiento. Tierra que además de regalar inolvidables chacareras, nutrió a Atlético y a San Martín de grandes futbolistas que brillaron durante varios años. Luis Quiñones y Luis Américo Valoy, dos embajadores, de esa provincia, fueron entrevistados por LA GACETA para que relataran sus vivencias en los clásicos. El encuentro se produjo en La Banda, ciudad que se promociona como la cuna de los poetas y de la Salamanca, donde los entrevistados regresaron luego de colgar sus botines.
El primero en llegar a la cita en la tradicional estación de trenes del antiguo ferrocarril Mitre, fue Quiñones, un arquero que en la temporada 90 dejó su Central Argentino querido para incorporarse a los "santos" que, en ese tiempo era conducido por Alberto Pompeo Tardivo. "Estuve durante once temporadas en un club que fue mi segunda casa y me dejó los mejores recuerdos que viví en el fútbol. A pesar de los años, hoy me emociono cuando vuelvo a Tucumán y me reencuentro con algún hincha que me reconoce", dijo el "Pájaro", que actualmente es entrenador de arqueros en Sarmiento.
Valoy se hizo esperar. En el "decano" se desempeñó de volante central y se ganó al público con su despliegue y su entrega. "Me siento halagado porque LA GACETA se haya acordado de nosotros. Hablar de Atlético es recordar mi mejor época de jugador. Estar en ese club me marcó a fuego para toda la vida. Qué me hayan invitado cuando el club cumplió los 100 años y reconocieran mi paso por la institución, fue algo emocionante", dijo Valoy que hoy es técnico de Central Argentino. "A los 22 años estaba en Sarmiento y me propusieron ir a jugar a Atlético. No lo dude ni un instante porque era la chance que estaba esperando. Y vaya si tomé la decisión correcta", dijo el santiagueño que también dirigió Concepción FC
Valoy no se olvida cuando llegó a Atlético en 1978. "El técnico era Rogelio Domínguez, un fenómeno como persona y un hombre que me enseñó muchas cosas en el fútbol que luego me sirvió a lo largo de mi carrera. Gracias a él, hoy ustedes están acá (risas)", comentó jocosamente el ex volante central.
Gratos recuerdos
Los santiagueños sorprendieron cuando eligieron el mejor clásico que disputaron. Los dos se quedaron con duelos que terminaron en empates, resultados que eliminaron al equipo del "primo" no tan querido.
"Si tengo que elegir uno fue el que jugamos por el reducido de 1994, cuando igualamos 1 a 1 en La Ciudadela y eliminamos a Atlético. Fue el segundo partido de la serie. El primero habíamos igualado 2 a 2 en el Monumental. Recuerdo que ellos estaban ganando 1 a 0 con un tanto de Facundo Gareca, pero José María Gerez, cuando faltaban cuatro minutos anotó el empate y terminamos celebrando", dijo el "Pájaro".
Valoy no tardó mucho en elegir el clásico que lo marcó para toda la vida. "Fue un cotejo que se disputó en el Monumental, por el torneo Nacional. Recuerdo que perdíamos 2 a 1 y a los 45 minutos del segundo tiempo, ?Bambino? Gómez lo empató. Ellos quedaron afuera. Ese fue el mejor año de Atlético. Salimos tercero en el certamen. Hasta el último día de mi vida lo voy a recordar, como así a quienes jugamos ese partido: Francisco Ruiz, ?Mamadera? Burgos, David Millicay, Dardo Urcevich y ?Percha? Bulacio; Castro, yo y ?Palito? Palomba; ?Bambino? Gómez, Adolfo Mecca y Luis Barrientos. Un equipazo con todas las letras", dijo Valoy que aún conserva las camisetas de esa época.
Tardes gloriosas
Tanto Quiñones como Valoy todavía mantienen en sus retinas aquellas gloriosas tardes donde el Monumental o el estadio de La Ciudadela lo posibilitaron vivir momentos de gloria y tristezas. "Son pocos los enfrentamientos que mantienen el fuego sagrado a pesar de los tiempos. Jugar con ese grado de excitación y ser protagonistas de un partido de estas características, me convirtió en un elegido de Dios. Es una presión hermosa que cuantos jugadores le gustaría vivir", dijo el volante que está analizando la posibilidad de que hoy pueda estar presente en el Monumental como un hincha más.
Mientras que el "Pájaro" le gustaría estar en el estadio, "pero lo veo complicado, porque soy una persona que me identifico con San Martín y la prohibición de los hinchas visitantes hará que mi presencia no pase desapercibida. Me tendré que conformar de observarlo por televisión", dijo el ex arquero que le gustaría, algún día, poder trabajar en San Martín.